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Me pongo el Jean y veo que se empieza a descoser el costado del bolsillo, no engorde, esta gastado por el uso, los lavados y los anteriores remiendos. Pero cuánto amo a este pantalón y se que a él, es el más le gusta. 

Así me agarró, el año con un Jean con mucho uso y remendado. Venimos de años complejos donde desarmamos varias prendas para actualizarlas y en el camino el dolor de abrir, rasgar y volver a coser. Se sintió más de lo que imaginamos.
Se abrió el ropero y vimos que lo que teníamos ya no servía, eran prendas viejas  en cuerpos nuevos y todavía en procesos de cambios.

Así empecé el año, sacando toda la ropa del ropero para elegir seleccionar regalar y sursir. Pero no tuve tiempo, el reloj se paró, la ropa quedo hecha un bollo gigante arriba de la cama, porque lo que venía era mucho más fuerte. Los planes quedaron de lado, el amor quedó a un costado, el cariño y solo aparecieron fuerzas que no sabía que tenía. Empezar a planificar una nueva vida que no sabía que iba a vivir. Renunciar a mis sueños y llorar como si me hubieran metido la mano en el pecho y me sacaran una parte de mi ser.

Pero mi súper yo, no sabe de dolor propio, solo del dolor ajeno. Cuidarlo en la silla de ruedas, bañarlo, levantarme más temprano para respetar sus horarios y llevarle el desayuno. Coordinar con todos los médicos, esperar a la Fisoterapeuta todos los días y aprender de sondas vesicales. Aprender de geriatría, de enfermería, de comprar pañales, revisar que el antibiótico que le pasaran era ese y no otro, hacer la cuarentena para la segunda operación y casi no dormir para que el doctor me explicara todo. Volver a casa con un cansancio y dolor emocional que pensé despedirme de los míos porque estaba segura que yo podía más. Inventar desde un principio una relación que no existió los últimos 15 años. Comparar pijamas, cama, sábanas, almohadas, toallas, remeras, acolcahados, calienta camas, ropa nueva y decente. Aprendí a pasar la maquina en el pelo y escuché mil veces las mismas historias. No entendí lo que era una pandemia, si que me lastimaran y tener que cuidar a mi padre enfermo con Alzheimer. Cuando ya solo lloraba todas las noches y le preguntaba a Dios donde estaba, que me perdonara por todo lo que había hecho mal, aparecen las deudas, que superaban todas mis capacidades. Él se había endeudado más de lo que yo misma podía haber hecho. Y la plata no se acordaba donde estaba, si es que existía. Y cuando ya estaba de rodillas me atreví a pedir casi que a mendigar a amigos para resolver la nueva crisis que se venía.  Esa misma noche de España me llaman y me dijeron textualmente: estábamos orando con mi esposa y pidiéndole a Dios que nos guiara a quien ayudar y recibimos tu wp. Yo los conozco pero no son mis amigos, él tiene leucemia, no tiene casa propia y tienen 2 hijos. A la semana todas las cuentas se pagaron. El próximo paso fue el residencial, pedimos a conocidos recomendaciones y fue bastante rápido. Hablamos con papá y con mi hermano, que fue la última conversación que tuvimos. 

Armar la valija, para mi fue duro, me sentí su mamá y por momentos pensé que nadie lo iba a cuidar mejor que yo, pero me costaba mi vida.
Lo llevamos y se adaptó bien. Igual los primeros días, cuando volvía de verlo todavía  lloraba. 

Se supone que todo estaba arreglado y todo volvía a la normalidad. Pero yo estaba tan cansada, muy cansada. Me hacen un examen de rutina y tenía una infección, me hacen un urucultivo y peor era una bacteria que no tenía que estar, 14 dias de antibiótico. Termine los medicamentos pero en el nuevo urucultivo nada cambio. En un arrebato nos vamos a Punta del Este con Martín, todo venía hace un tiempo complicado entre nosotros y lo vivido había minado un par de bombas.  Mi agradecimiento a él es invalorable y aunque me confesó que el tampoco soportaba la situación y pensó en irse, no pudo pensar en dejarme sola. 

Volvimos y me engripe, el calor de las piscinas y el aire acondicionado de la habitación me mataron. Llegue a estar muy mal esa semana y por precaución toda la casa en cuarentena, y me hisoparon. Dio negativo.
La bacteria sigue habitando en mi cuerpo y sigo con 2000mg. diaros de antibióticos.  Muchas pero muchas veces mi bipolaridad II hizo de las suyas, mis estados de ánimo con lo que iba viviendo eran bombas q estallaban generalmente en llantos apretados para no alarmar a nadie.
Hoy cuento esto y parece qué pasó hace mucho tiempo. Porque al mismo tiempo que todo pasaba yo seguía estudiando poquitas materias que en algunos casos llegaré a exonerar y otras no. Participaba de talleres literarios y de escritura y guión de cine, he intentaba hacer yoga e iba a la masajista. En muchos casos todo eso me salvo de mi misma.

Esta semana qué pasó rendí tres parciales y entregamos como equipo un seminario. Me vi, leyendo, produciendo decenas de hojas con una lucidez imposible de decir qué pasó todo en un mismo año. Y honestamente me sentí feliz y con un poco de pudor puedo decir que sí estuve de rodillas pero no me tiraron, y es verdad soy fuerte pero no estuve sola.  Faltan más parciales y exámenes. Retiro de escritura, mis días sola en Rocha. Fiestas familiares que este año van a ser especialmente raras. Y mi cumpleaños….

Uno de los años más duros de mi vida, que parece que finalmente pude con el. Capaz me di cuenta que soy mas fuerte de lo que esperaba, que necesito imperiosamente de los otros para ser, y hacer lo que amo para poder seguir, que Dios no me dejó y capaz ahora es tiempo de ordenar el ropero.


Si llegaste hasta acá es porque te intereso la historia, la rememoraste conmigo, sentiste acompañarme en el trayecto, o solo de chusma. Pero te tengo una sorpresa, hasta el último día del año le voy a meter porque está escrito y pendiente: día de mi cumple saco mi primer pequeño libro digital y si me lo pedís por mail a paolauy.almiron@gmail.com te lo regalo. 

Va la primicia, el título es:

A partir de ahora, ES HOY.

Salú!!!!

2 Comments

  • Danil Rodriguez dice:

    Me encantó y ya sabía que saldrías adelante porque sos una guerrera y todo lo podés. Cuando se haga la noche hay que pensar que al otro día saldrá el sol y volverás a brillar. Te quiero mucho.

  • Juan P. Salazar dice:

    Pao, es increíble todo esto. La vida resulta ser una verdadera aventura. Está muy bueno que te tomes el tiempo de escribir tu experiencia, puede haber alguien pasando por situaciones parecidas y le sirva leer esto. Saludos!

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