147 días
22 semanas
4 meses y 26 días
Ese fue el tiempo que me costó generar un hueso nuevo. Se terminó el proceso, tengo el alta!!.
Cuando hoy me agacho y me ato los zapatos, o me apuro para no perder el bus, o bajo escaleras apoyando todo mi cuerpo en mi pierna derecha parece que no fue tanto tiempo.
Cuando me miro al espejo, y observo en la profundidad del iris es diferente, la fractura dejó su paso claro en mi vida.
Personalmente se detuvo el tiempo, pero en realidad el almanaque siguió pasando. Y como paso, pasaron muchas cosas, que quedaran encapsuladas en esos cuatro casi cinco meses.
Algún que otro café, alguna charla prometida o alguna que iba a provocar que se diera para resolver lo pendiente. El examen que perdí, el viaje a San Pablo que no pude hacer, todas las lunas que no vi, todas las conversaciones a tiempo y fuera de tiempo que no tuve. Todos las películas y libros que no lei. Todas las cervezas que no tomé.
En esa cápsula del tiempo que ya se fue, porque el tiempo en este mundo es finito y lo que no se hizo, no se hizo, quedaron sin hacer y sin ser, un manojo de cosas.
La realidad es que solo fui yo la afectada, la cuerda de mi reloj dejo de girar.
Espero con la esperanza de creerlo, haber aprendido mucho en esa burbuja, porque casi siempre solo podes observar y esperar.
Ahora que todo vuelve a su “normalidad” pensé en retomar todo lo pendiente y empezar con los ticks. Pero me di cuenta que no vale la pena porque solo para mi se detuvo el tiempo, para el resto todo es están lejano que ni recuerdos hay, cinco meses sanan y olvidan.
Si algo de lo que quedo pendiente se cierra genial, sino, esperare la próxima vuelta, y si nada se da, que no se de, hoy estoy a 4 meses y 26 días de desventaja.
Lo que quiero es mirar desde el hoy para delante, construir, disfrutar, reír, leer, estudiar, trabajar, escribir y amar como siempre.
La meta no parece tan lejos, la que está lejos soy yo, pero ya de pie y con la tibia sana hay demasiada fuerza reprimida como para no avanzar, solo necesito de los que me rodean que me abracen fuerte desde tan atrás a veces se ven solo sombras.
