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Hoy con la perspectiva de la filosofía dando vuelta en mi cabeza he considerado que algunas de las parábolas de Jesus, no fueran para nuestro tiempo solo en el sentido literal que leemos los milagros, sino que fueron vividas como Él acostumbraba, en forma de grandes parábolas casi metáforas de lo que viviríamos 2000 años después.  Como si hubiera personificado la parábola para que pudiéramos ver la forma de conducirnos a través de ella. Sin embargo nos quedamos con el sentido literal de lo leído, nos maravillamos de los milagros ocurridos y poco podemos aplicar a nuestra vida cotidiana de esto.
Una descripción real de los hechos la encontramos en los evangelios con el endemoniado (o los, según la versión de la Biblia que leamos) gadarenos.
La descripción que nos acerca el texto del comportamiento y la forma de vida que llevaba ese individuo «enfermo» es un espejo casi exacto con una persona en nuestra era con depresión aguda. Perdía la razón, no se bañaba, no comía, a pesar de que los que lo rodeaban en el afán de «ayudarlo» hasta llegaron a atarlo para contenerlo, el rompía con esto y se iba a habitar a lugares de soledad, a sepulcros específicamente dice el texto. Conocemos a alguien con una patología psiquiátrica? Que parezca una muerta viva, q tenga la capacidad de dañarse y que halla perdido el sentido de vivir? En nuestra sociedad hoy convivimos con gadarenos. Y he aquí el kit del asunto, cuando el hombre se paró delante de Jesus, sin q Jesus lo buscara, lo señalara, se paró enfrente y el demonio hablo. Estos individuos de alguna forma pueden identificar q podemos ayudarlos o que estaríamos dispuestos por amor de una forma distinta contenerlos. Hoy no escuchamos en forma literal la vos de los demonios, solo podemos identificar la vos de la miseria y el dolor.  En un acto milagroso el hombre fue transformado y sano. Nuestras manos y nuestras palabras, nuestros abrazos, nuestras oraciones y nuestra presencia, no serán el vehículo actual para regalar la sanidad q el hombre necesita?
Lo genial del final es la transformación y el regreso a su casa limpio, sano y glorificando el nombre del Hijo de Dios.
Seamos esas manos hoy q libertan y no atan, q sacan de la soledad de la depresión a las personas y regalan esperanza, porque de gracias damos lo q de gracias recibimos.

 

 

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