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El dolor llega de repente, derrumbando risas, proyectos, días soñados de felicidad infinita. Es que la muerte arrebata como tsunami, todo lo lleva a su paso.
Aunque la esperes nunca se está preparado para vivir con la sombra que deja. Con ese hueco en el corazón, con esa alma fragmentada, esos lazos fuertes de ausencias. Espacios vacíos en la mesa, en el patio no hay juegos, en las charlas faltan sus ideas.  Hasta los rezongos a esa hija.
Todo es un todo en tu mundo, como dar un paso más, como respirar de nuevo, sabiendo que ella no lo hace. Cómo proyectarse al futuro si te quedas en el tiempo, ese día que sus ojos dejaron de brillar.
Dios la quería con Él, hoy es un ángel pues llena ese hueco en el corazón de la madre sobreviviente.

 

 

Autora: Rutd López

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