Otoño un 17 de mayo no tan bueno – Catarsis

El patio está cubierto de hojas, el nogal la suelta para que el piso sea mas suave. Es hermosa la vista, pero lo que vemos la mayoría de la veces no es lo que es. Debajo de las hojas habitan hongos, la caca que lola nuestra perra que se encargó de tapar, es un campo minado dirían las abuelas.

El problema es que se tapo la realidad y quedaron cubiertas por un hermoso amarillo-naranja y cuando pisas confiada, puteas, te enojas y en el mejor de los casos ó caes de rodillas con un manojo de lágrimas en el suelo sin explicación.

Pero cómo no esperar eso del otoño, el otoño es así.
Para nuestro hemisferio trajo la pandemia, en mi caso particular el hacerme cargo de mi padre y nuevamente posponer mi vida, como lo hice tantos años.
Palabras no dichas, trabajos no concretados, desánimo casi depresión.
Pero mas allá de las circunstancias el otoño es otoño, hace un año me operaron del tobillo y tengo que posponer mi otra operación de la rodilla que cada vez está mas hinchada, por la coyuntura, no me pueden cuidar, tengo que cuidar yo y me pospongo.
Pero insisto si ya se que el otoño es así que las hojas lo cubren todo, por que me sorprendo de las infamias que aparecen. Por que me sorprendo de la gente que no está y la que prometió estar y lo vio imposible y huyó.

El otoño no es primavera, ahí se encuentran los mas hermosos sentimientos o es lo que dice la leyenda urbana. Donde todo florece, donde se dan los encuentros. Setiembre que mes lindo!, pero sin un agosto frío setiembre no sería tan lindo.
El año pasado di clases en un liceo, me realice.
Y disfruté la vida como nunca.
Ese es el momento para planificar, soñar, vivir, viajar, disfrutar. Aunque no se concrete como lo planeas.

Falta un poco todavía para primavera pero la esperanza es que si algo vuelve a salir mal, que sea en invierno.
Que la primavera no se mueva de lugar casi como un fetiche, que todo florezca, como todo lo que hay guardado en mi memoria.
En lo personal que no me gane la ansiedad ni la tristeza, los imprevistos y coyunturas, las noticias devastadores y las ausencias.
Que el invierno pase rápido, frío para estar abrazados, sin complicaciones y que venga un setiembre de polleras cortas, de mostrar los brazos y que los besos sellen de una vez y por todas los sueños, sin distancia social de por medio.