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Cuando no te acordás de mis peores miserias, pero contas tu hazañas.
Me reprochas que no te cuido, me gritas, tomas palabras que nunca dije, por confusión me dijiste después, pero no quedaste convencido.
Lloro en silencio, extraño los brazos de mamá.
Me llevas a cada rato hace 15 años todos esos que ya no me quiero acordar y no entiendo porque no entendes que se enfermo, que la vida le dio hasta ahí. Como a cualquier mortal.
Pero tengo que entenderte, no sabes ni cuando te subís a una silla de ruedas o estas en el baño y atinas a bajarte el pantalón.
Hoy en casa hubo silencio, ese de evitar, de no sacar el tema. Me agarraron en el cuarto y me preguntaron: ¿porqué te grito?, porque pensó que el mensaje en el celular era mío y era un salmo clamando salvación…
Últimamente soy el objeto de los males de las personas que amo.
Pero todo tiene un tiempo y éste como canta Diego pasará…

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